Victoria Station

Donde te encuentres... para lo que desees...

lunes, 8 de octubre de 2007

Riñones al jerez


Los excesos se pagan, y yo estoy pagando por mi pasotismo y mi falta de responsabilidad, para conmigo misma.

No sé si os lo comenté, pero hace unas tres semanas que mi hermana pequeña se cambió de piso, y claro, fuimos la familia a echarla una mano. No es que tuviera muchos muebles que trasladar y pensamos que seríamos capaces nosotros solos de hacerlo, y así fué.

Comenzamos un viernes a las cinco y media de la tarde y tres horas después estábamos ya en su casa nueva, con todo lo del camión sacado y pensando en irnos a cenar algo. Nos juntamos padres y algunas de mis hermanas, casi todos, una panda de lisiados de cuidado, pero con fajas y mucha voluntad, lo hicimos. Yo sabía que al día siguiente iba a estar para el arrastre, ya que soy propensa a los lumbagos y cualquier salidita de madre la noto y de que forma..., pero cual fué mi sorpresa cuando al día siguiente me levanté fenomenal, nada me dolía. Así que me dediqué a hacer mi casa con especial ahínco, ya que hacía bastante que no me metía con ella, y cual posesa, limpié, fregué, aspiré, planché, y todo lo que se me puso por delante. Claro, como era de esperar, el domingo no podía moverme.

He estado todo este tiempo renqueante, que si ibuprofeno va, manta eléctrica viene, hasta el viernes pasado que mi cuerpo se negó a seguir. Me marché al currele, y aguanté como pude en esa silla superincómoda, pero por la tarde tuve que ir al médico sin más remedio. Dice que tengo una contractura. No sé como se llamará, pero el dolor me empieza en los riñones, atraviesa los glúteos y baja por los muslos... y lo digo en plural, porque se alternan, primero una pierna y luego otra. Superdivertido.

El caso es que aquí me encuentro, en casa, con este día tan bonito que hace hoy en Madrid, y tengo que estar tumbada el mayor tiempo posible, con las pastillitas de colores que me ha mandado el médico, y aburrida como una mona. No he ido a trabajar, como podéis imaginaros, pero hubiese preferido ir mil veces antes que verme de esta guisa.

¡No aguanto más!.

Y llevo diciéndo que tengo que ir a un masajista de vez en cuando y que tengo que hacer más ejercicio del que hago (que es practicamente nulo) y que tengo que fortalecer los lumbares como sea, y que, y que, y que... pero no he hecho nada de nada.

Estoy enfadada..., enfadada y malhumorada, enfadada y aburrida, enfadada y dolorida, enfadada y quemada. Y me siento torpe, nula e inservible.

¡Con todo lo que tengo que hacer...!

5 comentarios:

  • A las 01:49 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Borrica eres, mare... ¡Pues no hagas nada, animal! Quédate leyendo un libro o rascándote las gónadas, que buena falta te hace. Y es que aquí la moza se vino al día siguiente conmigo de visita, doblá y dolorida. Ani: ¡¡PARA UN POCO!!

     
  • A las 09:45 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Aaaay, los excesos se pagan... pero mola más cuando los excesos son de otro tipo... ¿dolorida por mudanza, marujeo y demás? eso no tiene ningún glamour... dolorida hay que estar por bailoteos y juergas sin fin, excursiones de las de patear, noches de pasión descontrolada... y se lo digo yo que soy una seta andante, jiji.
    Besitos

     
  • A las 13:23 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Iba a decir una burrada respecto a lo de dolorida, pero luego dice Cecil que si estoy enferma (que sí, que lo estoy), asín que me callo malayo.

     
  • A las 09:54 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Es miércoles y sigo en casa. Esto es más lento que el caballo del malo. Se está poniéndo a prueba mi paciencia ¿o no?
    Madame, si también me toco las gónadas de vez en cuando, se lo juro, aunque eso no lo haya contado aquí, pero sí, para algunas cosas soy mu exagerá.
    Norma, marujeo y traslado aparte, también ha habido algo de lo que usted menciona, pues si no fuese así vaya una mierda de vida, pero está visto que todo no puede ser...
    Desde mi sofá, un montón de besos idiotizados por los relajantes.

     
  • A las 21:04 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Tenía que haber llamado a la experta en dolores lumbares, contracturales...¡vamos que me tenía que haber llamado coño!
    Necesita valium, que es más efectivo en poco tiempo, una crema antiinflamatoria, unos antiinflamatorios orales (ibuprofeno en sobre es lo más), omeprazol pal estómago y unas cuantas sesiones de masajes y prau, como nueva.
    Abstenerse de opinar médicos, que sé de lo que hablo mejor que ellos. ¡Viva la automedicación! Vale, es coña, que nadie me encorra.

     

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio