Roma, Berlín, Polonia, Londres... o ninguna de ellas...

Ya llegó ese Marzo que tanto ansiaba yo.
Con él ha llegado, además de un tiempo primaveral, un poco impropio de primeros de mes, la hora de decidir la fecha de las vacaciones porque en los curreles ya nos piden a más de uno fechas y hay que irse poniendo de acuerdo.
Así que, parte de lo que he hecho este fin de semana ha estado dedicado a pensar donde voy a caer este verano.
Yo tengo un ligero problema, y digo ligero porque es algo que se podría resolver teniendo un poco de carácter y no queriendo contentar a todo el mundo, que es lo que me pasa a mi. Mi ideal sería poder hacer un viajecito con cada una de las personas que quiero y con los que más me relaciono, pero claro, eso me crea problemas, como por ejemplo, de liquidez, porque necesitaría ganar mucho más de lo que gano para poder hacer este sueño realidad.
Como sabéis, vivo con mi hijo, o mi hijo conmigo, que es más exacto, y aunque nuestra convivencia a veces pasa por momentos insostenibles en los que uno piensa que estaríamos mejor separados, la verdad es que somos, los dos, más yo, muy pasteleros, y nos gustaría poder irnos juntos aunque sea una semanita.
Él estudia, ahora también trabaja, y además, supongo que querrá irse con su padre también unos días con lo que la cosa de coincidir se pone verdaderamente difícil.
Luego están el grupo de amigos, que lo formamos cuatro chicas, todas bien avenidas, más o menos, y con ganas de irnos unos días a algún destino europeo. Hay que ponerse de acuerdo en fechas, ya que cada una, no solo a nivel particular, sino en cada uno de sus trabajos, tiene sus trabas, inconvenientes y preferencias.
Y por otro lado, el último en el orden de esta lista, pero quizás el más importante, que es, mi pareja. El año pasado nos fuimos a Estambul y vinimos locos de contentos con el viaje, y este año, nos gustaría repetir experiencia y parece que él se decanta por Centroeuropa, Praga, por ejemplo, y mejor si tenemos la posibilidad de ver también Viena y Budapest.
Me dicen los que han estado allí, que está un poco lejos una ciudad de otra, con lo que en una semana, puede resultar un poco excesivo el querer ver, y conocer, las tres ciudades. Tal vez lo mejor sería coger un circuito organizado, aunque yo nunca he viajado así porque siempre he pensado que es un sistema un poco borreguil, pero quizás no estaría mal del todo. No sé...
Y en eso estoy ahora.
Parece que el viaje con mis amigas está decidido que será a Dublín.
Los otros dos, nunca se sabe.
Esto de tener que pensar donde, como y cuando, cuatro o cinco meses antes de tus días de asueto resulta ser un poco estresante, pero está claro que en la previsión está el ahorro. He podido comprobar los precios reservando vuelos + hotel con antelación, y haciéndolo en plena época vacacional, y la diferencia es realmente sustancial, así que... a ponerse las pilas.