Estúpido final, absurda esperanza...

Ha comenzado el 2008. Bueno, empezó hace unos días, pero hasta que no se pone una a trabajar, y comienza a hacer vida normal, es como si siguieses de fiesta, y aunque quedan por delante los dichosos "reyes", tengo la sensación de que el curso escolar ya ha llegado.
Nos espera un trimestre chungo, laaaargo, sin ninguna fiesta a la vista y bastante duro en cuando a climatología se refiere. Estamos teniendo unos días muy fríos y mis huesos se resienten y protestan, y es que, la edad no perdona, y por mucho que uno intente llevarlo bien y pasar del tema, ellos se empeñan en recordarte los anillos de tu árbol.
Mi fin de año fue bastante chungo y espero que esa no sea la tónica de éste o el augurio de que va a continuar así.
Tuve una caída el día 28, (día de los santos inocentes, vaya por Dios). Estaba con una amiga tomando café, a eso de las nueve de la noche, en una cafetería de mi pueblo (Fuenlabrada es un pueblo, noo?). Bien, pues en una de estas que me levanté, me escurrí con algo de la mierdecilla que había acumulada en el suelo, suelo que tenía unas losetas de esas superbrillantes que parecen espejo... Me desplomé en el suelo, no me pregunten de qué forma, pero de pronto me vi tirada, todo lo larga que soy, con las gafas clavadas en mi cara y dolores por todo el esqueleto.
¿Como me caería para darme en la rodilla, en los codos y en la nariz? No puedo ni imaginarlo. La peña se quedó boquiabierta, claro, es totalmente comprensible, y un señor muy amable pero algo brutito se empeñaba en tirar de uno de mis brazos intentando levantarme, hasta que le dije que por favor me dejase, que ya me levantaría yo solita, en cuanto pudiese arbitrar el mecanismo para poner en orden todas las partes de mi anatomía, que por el golpe, notaba descuadradas.
Al rato se me había pasado un poco el dolor y la tontería, que no la verguenza, así que nos fuimos del local, mi amiga, yo, y lo poco que quedaba de mi dignidad.
Lo que en un principio pensé que sería una anécdota más para contar, a la mañana siguiente se convirtió en un "me he hecho algo gordo en la rodilla". Casi no podía andar, ni estirar la pierna, ni encogerla... así que me fui a urgencias y tres horas y una radiografía después, salí de allí con la pierna totalmente vendada y un informe en la mano, en el que decía que tenía reumatismo posttraumático, con inflamación y algo de derrame interno, pero que con ibuprofeno durante 10 días, reposo y la dichosa venda, mejoraría.
La venda me la quité a las pocas horas, justo cuando en mitad de la noche pensé si tirarme al metro, a la taquillera, o quitarme la p... venda. Opté por esto último que me daba menos pereza. Sigo con las pastillitas y poniéndome calor cuando puedo.
No he faltado a currar (ya sabéis de mi síndrome "parece que voy a heredar la empresa"), sigo constipada (llevo desde primeros de diciembre) y tampoco me ha tocado la lotería,´así que, ¿qué se puede esperar del 2008...? ... pues supongo que sea lo que sea, siempre será mejor que los últimos coletazos del 2007, así que, tengo que estar contenta... ¿o no?