Victoria Station

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lunes, 5 de noviembre de 2007

"Un hombre,
que iba por medio de un campo, tropezó con un tigre.
Huyó, pero el tigre lo perseguía.
Acabó por dar con un precipicio: él era su única salida.
Se agarró a la raíz de una vid silvestre,
y se quedó colgado en el vacío.
El tigre lo olisqueaba desde arriba
y él percibía su olor furioso.
El hombre, aterrado, miró hacia abajo.
Vio que, al pie del precipicio,
otro tigre aguardaba sin prisa para devorarlo.
Sólo la raíz de la vid lo sostenía...
De pronto, las cosas empeoraron.
Dos ratones de campo se pusieron a roer la raiz
con incesante tenacidad.
Desesperado, el hombre miró, como despidiéndose, en torno suyo.
Muy cerca vio una fresa roja y bien cuajada.
Aferrándose a la vid con la mano derecha
arrancó la fresa con la otra.
Se la llevó a la boca. Tenía un sabor muy dulce.

El presente, el presente feliz, el último presente..."

8 comentarios:

  • A las 13:34 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Qué bonito post, querida. Qué bien me vino, hoy, lunes, cargada de trabajo hasta las trancas, con una gripe que me rodea y empieza a hacer de las suyas, cansada, con sueño...
    Qué bonito post, querida.
    Besitos

     
  • A las 20:41 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Yo lo que quiero es que me coma el tigre, que me coma el tigre...
    Mmmm, perdón se me ha ido la pinza...La recojo, ya estoy.
    Yo habría pobrado con dar la fresa al tigre a ver si aquello se volvía una peli de Walt Disney, me daba su garra (con amor) y éramos felices y comíamos perdices (no sé qué pintan los ratones, cabroncetes).
    Vale, ahora en serio. Me ha gustado, sí señor, aunque no es mi muerte predilecta. Prefiero no comerme una fresa con un panorama como ese, que se me revuelven las tripas.
    Soy mala, lo sé. Un besico, Ani.

     
  • A las 21:37 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Gracias chicas, yo también os quiero

     
  • A las 01:44 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Yo también pensé, como Corde, que la cosa iba de milagros, pero ya veo que la lectura es otra. No sé qué tal les sabrá la última cena a los del corredor de la muerte...Y no quiero saberlo. Pero, vaya, cuando me pille, que sea ibérica (la paletilla, no la fresa).
    No me extraña que te fueras el otro día: nada de lo que pasó allí tiene que ver con la realidad. No lo hacemos tan mal, de verdad, es que todo fue un nonsense sin sentido... Pero yo también te quiero.

     
  • A las 20:03 , Blogger Davidik ha dicho...

    Hola Ani, aquí sigo reapareciendo en sus blogs. No comento los posts que no leí en su momento porque son muchos y además como son viejos nadie leería mis comentarios, pero que conste que me los estoy leyendo todos. Me identifico sobremanera con el post del dolor de espalda. Ya le pediré el teléfono de ese masajista.

     
  • A las 01:22 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    ¡¡Hoooola guaaaapo!! como dirían en México, ¡qué bueno que viniste!
    Encantada de verte de nuevo por aquí.
    Requetemuacccsss

     
  • A las 11:01 , Blogger Cecil ha dicho...

    Coges los ratones por el rabo y los mandas a tomar viento. Subes. Le enseñas al primer tigre un par de pasos de algún baile de Chayanne o algo así hortera (es bien sabido que los tigres son unos horteras y gustan del baile y el petardeo). Instintivamente bajará a enseñárselo al otro tigre. Se van bailando. Agarras la fresa, te metes dentro y levantas vuelo con rumbo nordeste.

    Ah, que no era un acertijo. Joer, con lo inspirao que estaba yo hoy...

    Ciertamente, ani, una fresa en el momento exacto puede solucionar una vida entera. Esperemos nuestra fresa.

     
  • A las 13:23 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Te comen fijo: les mola Shakira.

     

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