Piscolabis

Hoy es el último día laboral antes de la Nochebuena, y aquí, en el Ayuntamiento, se da un ágape a todos los trabajadores.
Se supone que el alcalde, para felicitar las fiestas, nos reune a todos en el salón de actos para brindar por el año nuevo y además se convierte en una excusa para verse todo el mundo, e interrelacionarse (eso es lo que dicen).
Se preparan unas borriquetas con unos tableros, en forma de L, cada una en un lado de la sala, unos manteles de papel y sobre ellos se colocan platos de plástico con las siguientes viandas, a saber: Langostinos cocidos, jamón serrano, chorizo, salchichón, saladitos de hojaldre, tortilla de patatas, boquerones en vinagre, aceitunas, patatas fritas... y cosas por el estilo. Torres de vasos de plástico en los lados de las mesas, botellas de vino blanco y tinto, cava y refrescos, para poder hidratar el gaznate, y algunas botellas de agua para los más sanotes.
Una hora antes de terminar la jornada, empieza el espectáculo.
Yo solo he bajado dos o tres años, creo recordar, pero sé que la primera vez que lo hice me llamó la atención la de gente que se reunió y sobre todo el comportamiento de la peña en general.
Si uno se mantiene un poco alejado y se coloca en un rinconcillo, como suele ser mi caso, se puede obtener una visión casi surrealista del "fiestorro".
Se hacen corrillos, como es lógico, de la gente que trabaja en uno y otro departamento..., pero hay uno de ellos que siempre es más concentrado y más grande, y en el centro de él se encuentra el señor alcalde, rodeado de su séquito, que supongo que son los que aprovechan cualquier oportunidad para pegarse a él como lapas, para hacerse ver con él, y que todos les veamos, claro. Es realmente interesante lo que se puede llegar a descubrir y a la gente tan variopinta que se puede llegar a ver en ese corrillo.
Luego están los que nunca te saludan, pero sin embargo, ese día, no sé si impregnados por ese espíritu navideño con tan mala fama y tan mal interpretado, ese día digo, y con la copita en la mano, parece que se transforman en seres sonrientes y amables... (qué peligro tienen esos)
Hoy me estoy pensando seriamente el acudir o no. Está mi jefe en el despacho y tal vez me vea un poco obligada a bajar, pero si puedo evitarlo, haré mutis por el foro y brindaré, en mi casa, con la gente que quiero, mientras caliento ese cocidito que tengo pa'comer y que quita to er sentío...
Ya les contaré.
Que tengan unos días de fiesta A SU GUSTO.