Dulce: dulce y encantadora

Ya te conocía, Dulce. Hará unos tres años te oí por primera vez en casa de unos amigos. Sonaba de fondo una música y la voz era la tuya. Me paré y te escuché. Pregunté por tí y al día siguiente me compré un cd tuyo. Me gustaste desde ese día, desde ese mismo instante en que tu voz se coló dentro de mí, pero lo de hoy ha sido algo más... mucho más.
Esta noche has venido a cantar a mi ciudad. Ya el año pasado quisiste hacerlo pero te pusiste malita, con un resfriado y tuviste que suspender. Desde entonces te esperaba y hoy, por fin, nos hemos encontrado. Hace dos horas que ha terminado tu actuación y todavía estoy excitada. No te había escuchado nunca en directo, sin lata por medio, y hoy, en la Iglesia de San Esteban, en Fuenlabrada, donde yo vivo, he presenciado un auténtico espectáculo... bueno, toda tú eres un espectáculo. Tu voz, eso ya lo sabía, pero y tu cuerpo...?, y tu sonrisa...?, y tus manos...?, y tus pies ...?, y sobre todo, y TU LUZ ?!!
No sé como he podido esperar tanto para verte. Ya no podrás librarte de mí.
Moito Obrigado, Dulce Pontes.