Sí, llegó Papa Noel. Sé que no es un personaje muy de nuestra Ejjjpaña, como decimos por aquí, pero los niños le esperaban ilusionados, así que algunos mayores se pusieron en contácto con él, que si una cartita, algún que otro fax..., y dió resultado. Solo pequeñas peticiones para los nanos de la casa, aunque he de decir que también trajo alguna sorpresa para los menos nanos, que nos mordisqueábamos los labios pensando: "A ver si dice mi nombre, a ver si dice mi nombre"
Todo un detalle pasarse por la Sierra de Gredos desde su lejano país, así que cuando terminó de repartir sus regalos y el saco quedó vacío, le dimos un caldito caliente para el camino, todavía le quedaba mucho por recorrer. Se despidió de nosotros con su Jo jo jo habitual, y salió de la casa como vino. Es increíble como se mueve a pesar de lo viejito que es y con esa tripa tan tremenda que tiene.
Ahora los niños esperan al día 6 de enero para el resto de las sorpresas, esta vez serán los Reyes Magos los que, por la noche, sigilosamente, dejarán en sus zapatos lo que cada uno se haya merecido.
Espero que en los míos no me dejen solo carbón.
Que descanséis estos días de asueto y podáis disfrutar de compañía agradable, buena charla, algunas viandas de más de las que suelen ser habituales, y sobre todo, de una sonrisa sincera.