El negocio de la guerra

Ayer estuve en el cine, como cada semana. Había varias opciones interesantes, pero tras unos minutos de reflexión, me decidí por una de las películas estrenadas la semana pasada y la razón fundamental de esa decisión fué su director, Clint Eastwood. A pesar de no gustarme mucho las películas bélicas, elegí: "Banderas de nuestros padres".
Relata la historia de la batalla de Iwo-Jima, un sangriento episodio ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, en 1945, y que quedó inmortalizado por una fotografía de unos soldados colocando la bandera norteamericana, y que hizo historia. El relato se nos cuenta desde la perspectiva de los jóvenes que lucharon en ese episodio y el drama que supuso uno de los capítulos más negros de la humanidad.
El director nos muestra la hipocresía existente alrededor de todo, los intereses financieros que hay detrás de ese negocio bélico llamado guerra, en el que muchos se enriquecen a costa del sufrimiento y la pérdida de vidas humanas.
Es la primera de dos películas. La segunda de Eastwood se llamará "Cartas desde Iwo-Jima" y será exactamento lo mismo que la primera, pero desde el lado japonés.
Desde mi punto de vista está magistralmente realizada, mostrándote la cruel realidad, pero sin excesivos regodeos ni pasteleos. Una película que hay que ver.

(Pd.Esta crítica me viene al pelo de la manifestación de esta tarde contra el terrorismo y a favor de La Paz. Haced lo que vuestro corazón y vuestra conciencia os dicte y no os equivocaréis)