¡Ya está aquí!

Pues sí, llegó el 2007, el tan aclamado, celebrado, nombrado y tan esperado Año Nuevo! Con el año nuevo uno se llena de buenos propósitos, cosas que hemos tenido mucho tiempo para hacer y que no hemos hecho, y no sé por qué pensamos que con el cambio de año, algo cambiará también en nuestras vidas. Creemos que se nos acabará la pereza, que, por fin!, nos pondremos a dieta y conseguiremos adelgazar esos kilos de más, o que saldremos a correr todos los días, que iremos al gimnasio, que nos tomaremos las cosas de otra manera..., que tendremos tiempo para nosotros, que haremos éste, o aquel otro viaje del que tanto hemos hablado..., que no nos cogeremos los rebotes que nos pillamos por tontunas absurdas que solo consiguen quemarnos más..., en fin, éstas y otras cosas. Y así cada año que pasa.
Este año no he querido pensar en nada de eso. Solo dedicaré a este tema el tiempo que voy a tardar en escribir este post, luego, quiero ser una mujer distinta.
El otro día cayó en mis manos un libro del que se me quedó un párrafo que me llamó mucho la atención. Decía más o menos que cada 7 años, las células de nuestro cuerpo cambian completamente, de arriba abajo. Osea, que la piel que tenemos ahora mismo no tiene nada que ver con la que teníamos hace siete años, es como si fuésemos una persona distinta. Lo que vivió aquella mujer ha podido dejar huella en el cerebro, en el corazón, en el recuerdo..., pero fisicamente, sus tejidos, su piel, todo es distinto, esa mujer no exite. Quizás esto no sea del todo cierto, pero quiero creer que eso es así, me viene bien para ese nuevo planteamiento de vida que quiero tener.
Así que, amigos todos, os presento a Ani, la que será a partir de hoy, día 2 de enero de 2007. Mi única intención es que sea felíz, que no se coma tanto el tarro, que VIVA! sin preocuparse tanto por todo y por todos...
Ufff! y decía la de antes que no tenía propósitos para el nuevo año ¿le parecerá poco?