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viernes, 19 de enero de 2007

En este día gris

Me levanté como cada mañana y dando un pequeño golpe al despertador para que parara en un incesante ring, comencé a estirarme. Unos minutos todavía en la cama, encogida ya en forma de cuatro, hacia el lado contrario al que suelo dormir. Ese tiempo antes de levantarme es como un permiso que me doy para estar acurrucada y calentita, intentando no pensar en nada importante. Pasado este tiempo, que siempre me resulta escaso, cojo mi albornoz de detrás de la puerta y me dirijo al cuarto de baño. No necesito encender luces, conozco perfectamente cada esquina, cada saliente, cada silla o trasto y los esquivo con habilidad, normalmente con los ojos aún cerrados. Una ducha de no más de cinco minutos que reconforta mi cuerpo calentando mi espíritu, preparándome para el nuevo día.
Me embadurno de crema y me visto en mi habitación, casi de una forma mecánica, es un ritual que ejecuto cada mañana. Termino pasando por la cocina para beber un gran vaso de agua, imprescindible para mí, y casi siempre en ayunas, salgo por la puerta con el abrigo y el bolso ya plantados.
Es importante la primera impresión que recibo cuando salgo del portal, hay un olor característico que me invade, dependiendo si hace frío, calor, si llueve o si hace viento, y, hoy, me ha sorprendido una niebla intensa y un frío que no era ni mucho menos el de ayer, pero que se corresponde con el mes en el que estamos, este mes de enero que está siendo más cálido de lo normal.
Subo al coche y me cuesta aclarar los cristales para ver a través, unos minutos de espera con el aire encendido y directa al trabajo.
Es solo un día más, de tantos que vendrán y que ojalá lleguen realmente, a pesar de la monotonía diaria. Hoy es viernes, y tengo que hacer un montón de llamadas para quedar con gente, para saber de amigos. En este día gris... voy a llenarlo todo de colores.

2 comentarios:

  • A las 15:35 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Me acuesto a las 11 de la noche (he de madrugar para ir al médico)...no duermo. De un lado a otro, el dolor se instala en cada posición que tomo. Le dan por saco a la venda (me la quito) y sigo sin dormir. Me chuto con pastillas...Así hasta las 4 am. Me levanto con nervios, hace un sol del carajo. Voy al médico y mi día no puede tener tantas tonalidades grises...Quiero agarrame una melopea de cuidado y no puedo...Distintas maneras de ver un día.

     
  • A las 00:31 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Hola corde, cuanto siento que tu día, aún con sol, sea tan espantoso. Es cierto que el día que hace dependo del estado de ánimo, y evidentemente, de si te duele o no te duele algo. Estoy contigo maña. Mejoraté, te mando un abrazo fuerte pero sin apretarte mucho.

     

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