¿Buenos... o malos propósitos?
Por fin han pasado las fiestas y vuelve la normalidad.
Podemos volver a hacer nuestras actividades cotidianas, podemos comer lo mismo que comíamos antes, olvidarnos del roscón y del chocolate, de los regalos, de las aglomeraciones, de quedar con todo el mundo con esas reuniones a diestro y siniestro...; y dejaremos de recibir mensajes con buenos deseos, que casi todos son iguales y reenviados una y otra vez.
Empezaremos a pensar en los propósitos para este año, adelgazar, dejar de fumar, apuntarnos a un gimnasio, ir a trabajar sonrientes, tomarnos las cosas de otra manera..., en definitiva, más de lo mismo.
Empezaremos a pensar en los propósitos para este año, adelgazar, dejar de fumar, apuntarnos a un gimnasio, ir a trabajar sonrientes, tomarnos las cosas de otra manera..., en definitiva, más de lo mismo.
Año Nuevo vida nueva, dice el refrán, pero llegará el 2011 y nos encontraremos en el mismo punto, ése en el que inevitablemente nos llenamos de buenas razones para cambiar lo que nos hace daño, lo que nos hace tanto sufrir.
Un amigo me decía el otro día que para cambiar hay que volver a nacer. ¿Qué opinais vosotros?
Un amigo me decía el otro día que para cambiar hay que volver a nacer. ¿Qué opinais vosotros?
¿Por qué parece que no nos gusta nuestro modo de vida, o nuestros hábitos, o nuestra forma de afrontar las cosas, que parece que siempre queremos cambiarlo?
¿Es inherente en el ser humano este inconformismo que nos invade? ¿Pensaríamos igual si fuésemos ricos, guapos y con cuerpos perfectos...?
No he visionado el calendario laboral, pero creo que el próximo día festivo debe ser para Marzo. Así que poco tiempo hay de ocio para pensar en cosas que dificilmente tendrán remedio.
Buen año para todos y, lo más importante, sed felices.