El cisne negro

Ayer tocaba una de cine, con mi hijo. Ya sabéis que me encanta el cine, pero él me hace estar al día con los estrenos de cada semana, y sobre todo, me ayuda a no hacer pereza, a mantenerme en alza, que es lo que más cuesta para todo en esta vida.

Nos vimos "El ciste negro", de Darren Aronofsky.

¡Vaya pedazo de película! Nina es una bailarina muy disciplinada, que lleva toda la vida esperando el "gran papel". Cuando le llega la oportunidad de hacer de cisne reina comienza para ella toda una lucha contra sí misma para superar su timidez, su rigidez, su infancia y toda lo que hasta ahora ha vivido, propiciada por una madre absorbente y sobreprotectora.

Lo que podría haber sido una película aburrida en manos de otro director, Aronofsky ha conseguido realizar un thriller en toda regla, con 50 minutos últimos brillantes, en los que das unos cuantos saltos en tu butaca.

Ni que decir que Natalie Portman está brutal, resolviendo, casi exclusivamente con su mirada, muchos de los fotogramas. Te pone la piel de gallina, de cisne en este caso.

Totalmente recomendable.

Yo, y mi circunstancia

Mañana soleada de domingo, desde una octava planta de un edificio de la ciudad...

RESTAURANTE COQUE

Vaya experiencia que tuve ayer, casi religiosa.
Mi jefe nos invitó, a todo el departamento, a comer al restaurante Coque, del archifamoso chef Mario Sandoval.
Qué ilusión me hizo. Atravesamos todo Humanes de Madrid, hasta llegar a una callejuela, en la que, nadie diría que allí hay algo digno de mención, y de pronto, allí está el Restaurante Coque, con una estrella Michelín y esperando la segunda, y donde se puede degustar una cocina de vanguardia, con las últimas creaciones del genial Mario Sandoval, o disfrutar de una cocina de mercado más tradicional.
Comenzamos con una presentación de "el pan". Rebanadas de diferentes clases de pan se disponen en una especie de bandeja de mimbre, hay candeal, hay de horno, e integral con ciruelas y orejones.
Te traen el agua mineral en una jarra de plata, que bien podría ser una reliquia de iglesia. He de deciros que había más camareros que clientes.
Seguidamente nos empezaron a traer un menú degustación con 5 ó 6 platos diferentes, que yo no pude por menos que fotografiar. Os adjuntaré fotos, en cuanto las vuelque, ahora no estoy en casa.
Terminamos con cochinillo asado, especialidad de la casa. Salió Mario a hablar con nosotros y nos explicó que el cochinillo para que su asado sea perfecto tiene que tener 33 días de vida. Ohh my God! Os digo que me quedé crazy.
Pero he de decir que comimos genial, y la comida, como bien dijo su hermano, el sumillier Rafael Sandoval, nos emocionó.
Un vino maravilloso, de San Martín de Valdeiglesias, nos acompañó durante toda la comida. Nos dieron las 7 de la tarde entre risas y bastante buen rollito.
Entrad en su página web y comprobareis el aspecto tan bueno que tiene todo. ¿Y los precios? Pues hombre, no como para ir todos los fines de semana, pero uno se puede dar un homenaje de vez en cuando. Yo os lo recomiendo, sin duda alguna.
¡Buen provecho!

La mirada de Eastwood

Este fin de semana he podido, por fin, ir al cine. La película elegida, una que ha creado bastante controversia entre mis amistades, y también en la crítica general, claro.
Mi hijo, con el que coincido casi al 100% en gustos, no consiguió encontrarle el puntillo, pero de todos modos quería verla por mi misma. Soy absolutamente fiel a todo lo que hace Clint Eatswood, y con esta película no iba a ser menos.
La película empieza muy bien, con una de las tres historias que cuenta y con unos efectos especiales muy logrados. A mi me enganchó desde el principio. Sí que es cierto que es bastante lenta en su planteamiento, hasta que te muestra cada uno de los personajes y sus circunstancias, cada uno de ellos en puntos distintos del planeta Tierra, pero todos al final, con una misma inquietud: ¿qué es lo que hay después de la muerte? ¿a dónde vamos cuando nuestro cuerpo deja de existir?
No quiero desvelaros nada más por si alguno no la habeis visto. A mi, personalmente, me gustó, aunque se precipite un poco al final en un desenlace algo previsible, pero me gusta lo que cuenta y la forma que tiene de hacerlo, que es lo que yo llamo "esa mirada suya" tan característica.

La disfruté mucho, aunque creo que también contribuyó a ello el estar con la persona que estaba sentada a mi lado, y es que... todo influye.

Tiempo

Lo más preciado que tenemos es nuestro tiempo.

Podemos inventar cosas, fabricarlas, construirlas..., comprarlas, si nuestra economía nos lo permite.

Hay gente a la que le gusta tener propiedades, o colecciona coches, o se dedica a trabajar, como única meta en su vida. Hay quien disfruta de placeres más o menos costosos, según sus posibilidades...

Pero no hay forma de alargar el tiempo, de hacer que se estire, y que podamos disponer de todo el que necesitemos o todo el que nos gustaría tener, para poder llevar a cabo nuestros deseos, nuestros proyectos, nuestros sueños.

El tiempo... Algo que termina, cuando termina.

Cuando una persona te dedica su tiempo, te está dando parte de su vida, de su alma, de su existencia.

Gracias por darme tu tiempo cada fin de semana... Gracias por hacer un hueco y llamarme cada día... Gracias por contar conmigo para pasar parte de tu tiempo.

Gracias por darme un poquito del tuyo cada vez que me lees.