Victoria Station

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sábado, 22 de octubre de 2011

Esperanza de Paz


Así que dicen que han dejado de matar. Anuncian, a bombo y platillo, pero encapuchados, que van a dejar de decidir quien vive y quien muere, por arte de birle birloque. Que dejarán de utilizar las armas y las vidas de otros para resolver este "conflicto". Porque así lo llaman ellos, como quien tiene una riña en su comunidad de vecinos, o en el curro, o en el cole. Así que eso es para ellos.
Que le pregunten a cualquiera de sus víctimas, a las que sobreviven, porque a los muertos ya no se puede. Que les pregunten a las que han dejado vivas pero si padre, o sin hermano, o sin hijo, o sin marido. Que les pregunten qué tienen que decir respecto a sus comentarios, razones y decisiones.
No quisiera estar yo jamás en su pellejo, pero me asalta la duda al pensar en cómo reaccionaría yo ante todo esto.

domingo, 16 de octubre de 2011

Hola máma

Sí, máma, con acento en la primera a. Así es como yo te llamo.
¡Máma! te digo y tu siempre estás ahí.
No estás pasando por un buen momento. Los últimos años están siendo muy duros para ti y creo que se nos olvida, a mis hermanas y a mi, lo que significa que tu estés. Estamos absorbidas por un deseo constante de que a Pápa no le pase nada, de que su enfermedad avance lo más lentamente posible, de que nada o nadie le disturbe, de tal forma que a veces no nos damos cuenta de lo necesaria e imprescindible que tu eres. De lo que mueves, de lo que supone tenerte pendiente de todo, de lo que desarrollas, y sin pedir nunca nada a cambio.
Tal vez ninguna podamos intuir lo que te echaremos en falta si un día dejas de estar y deduzco que seremos las primeras sorprendidas cuando nos encontremos buscándote por las habitaciones de la casa, intentando oir tus pasos acelerados, tu incesante charleta, tu incansable ir y venir por nuestras vidas.
TE QUIERO MÁMA, aunque consigas sacarme de mis casillas a los diez minutos de estar juntas, aunque yo nunca haya oído esas palabras salir de tu boca, aunque sienta que nos convertimos en lo que éramos, cada vez que voy a casa..., aunque piense que nada de lo que diga o haga va a ser de tu agrado... Te quiero, y no puedo ni quiero remediarlo.