Sopas de ajo
Hoy es día 31 de diciembre de 2007, último día del año, y mi chico y yo nos hemos levantado bastante temprano, como suele ser habitual en nosotros, y después de dejar puesta una lavadora, nos hemos echado a las calles.
La ciudad donde vivo estaba casi congelada, los coches, los tejados de las casas, las hojas de los árboles... Hemos desayunado en una cafetería donde vamos habitualmente y nos ha llamado la atención la de gente que había en el local, todo el mundo como muy animado, a pesar de ser hoy un día laborable para mucha gente. Tras haber degustado el "cruasan" y bebido el café con leche, hemos ido a echar una primitiva, ya que la loteria del día 22 pasó sin pena ni gloria por delante de nuestras narices, como cada año.
Paseito bajo un sol de invierno y algo de compra que nos hacía falta. Mientras todo eso sucedía hemos ido pensando y comentando, que sería lo que íbamos a cenar esta noche. De vuelta en casa, un par de limpiadoras compulsivas nos han abducido y dos horas después habíamos dejado la casa como la patena.
Un aperitivín hasta empezar a hacer la comida y nos hemos puesto a Arguiñano para ver qué hacía en su último día del año, y ete aquí que ha hecho un plato que a mi personalmente me encanta, unas ricas sopas de ajo.
Para la sopa de ajo se rehogan unos ajitos en aceite de oliva, se añaden unas rebanadas de pan cortadas muy finitas, y se fríen, dándoles vueltas para que se mezcle con el saborcito de los ajos..., se añade jamoncito en cuadritos y una cucharadita de pimentón. Un caldito de pollo con verduras, o agua en su defecto, se vierte por encima, se añade sal al gusto y se deja cocer durante unos veinte minutos. Yo le añado también un par de huevos un par de minutos antes de retirarlas, unas vueltitas, y al plato.
Así es como yo hago la sopa de ajo, claro. Arguiñano la ha cocinado practicamente igual, solo que luego la ha pasado por la turmix, la ha servido en copas de cristal, la ha adornado con jamón tostado al horno y la ha llamado crema de sopa de ajo, y eso sí, ha sugerido que hagamos una para esta noche, pero que la tomemos a eso de las 4 de la mañana, cuando estemos hartos de jugar a las cartas, de tirarnos al suelo con los sobrinos, de contar chistes de esos de toda la vida y justo antes de irnos a acostar, que por lo visto te deja el cuerpo preparado para afrontar este 2008 que nos espera.
Así pues... cocinemos, bebamos y amemos... y luego nos lo contaremos.
FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS