EN TIERRA HOSTIL
Ayer por fin la vi, la "tan galardonada" película de Kathryn Bigelow, "En Tierra Hostil".
Después de tanto premio y habiéndo superado, en todo, menos en taquillera, a la famosa Avatar, había que darle una oportunidad. Supongo que sabeis que esta tal Kathryn es la exmujer de James Cameron (el director de Avatar). ¡Que se chinche!. Bueno, no tienen nada que ver una peli con otra y he de reconocer que la de los seres azules me encantó, pero hay ahí como un pique entre los dos, o tal vez no sea tan real como la prensa dice y sean ellos los instigadores de esas desavenencias (la propia prensa, digo)
Vamos a la película que me voy por las ramas. El argumento trata de un grupo de jóvenes del ejercito estadounidenses destinados en Irak. Son desactivadores de bombas, y salen cada mañana de su cuartel con el cometido de limpiar el suelo irakí, de la mayor parte de bombas posibles. En algunas ocasiones es casi un documental, que te muestra, cámara en mano, como logran enfrentarse, estos hombres, a esta tarea tan arriesgada, como afecta a su cerebro, como les obliga a comportarse de una u otra manera, dependiendo de la personalidad de cada uno y de su visión de la vida y de la muerte. Teniendo que lidiar, no solo con el material explosivo, sino también con el pueblo civil, que les observa desde cualquier rincón, hostiles (y algunas veces, no solo observa).
La directora te mete dentro, te lleva a la ciudad y te coloca con ellos. Sales tu también en esa especie de tanque. Y te acercas a cada uno de esos artefactos explosivos... Y sudas cuando están intentando cortar el cable. Tienes en todo momento la sensación de que todo, a tu alrededor, puede volar por los aires.
Su protagonista, el actor Jeremy Renner, borda el papel. Hay dos pequeños cameos, que a mi particularmente me da mucha pena que no sean más grandes, de dos buenísimos actores, que sobre todo uno de ellos, Guy Pierce, me encanta. El otro, Ralph Fiennes, hace otro pequeño papel en mitad de la peli, pero ceden todo el protagonismo al jóven Renner.
Te muestra como afecta al ser humano el tener un cometido de ese calibre, enfrentándote a la muerte en todo momento, y déjándote incapacitado para poder llevar ya una vida normal, con una familia y haciéndo las tareas más cotidianas y comunes. Imposibilitándote para que te preocupe algo de lo que habitualmente nos preocupa, porque te ha creado una adicción, una dependencia de ese momento y situación.
Es que os la reviento si soy más explícita, y esperaté que no lo haya sido ya demasiado.
Dura, pero desgraciadamente... Real.