Hoy es domingo, bueno, ya lunes, porque marca el reloj la 01,13 minutos, lo que quiere decir que en unas seis horas mi despertador empezará a vibrar en mi mesita de noche, obligándome a darle un golpe y lanzarme a la ducha, con los ojos todavía cerrados.
He llegado esta tarde de viaje, he estado en el Valle del Tietar, ya os lo contaré en otro momento. El caso es que no pretendía hacer nada extraordinario al llegar a casa, salvo, eso sí, poner una lavadora, pero como eso sé que no tiene nada de novedoso, no os lo voy a relatar.
A la hora de estar en casa he decidido marcharme a dar una vuelta, y los pies me han llevado hasta uno de los centros culturales de mi localidad (miento como una bellaca, en realidad han sido las ruedas de mi auto)... Pero nimiedades aparte, os diré que al dirigirme hacia la entrada del centro cultural, donde había una exposición de pintura bastante interesante, he comprobado que el teatro que está sobre la sala de exposiciones tenía la taquilla abierta. He preguntado si había entradas, y cual era el espectáculo que allí se ofrecía, a lo que la señorita de detras del agujero me ha respondido que se estaba celebrando la 26 Jornada de flamenco de Fuenlabrada, y que hoy, que era el último día de las jornadas, actuaba Gerardo Núñez, un guitarrista, y Mayte Martín.
Lo he pensado durante 4 segundos exactamente y le he pedido una entrada, lo más cerca posible del escenario. Fila cinco, un poquito lateral, es lo que me ha tocado en suerte (el teatro estaba lleno casi a reventar).
Disponía de 35 minutos antes de que empezase, así que he visto la exposición de pintura, un poco rapidito, la verdad, y a las 8 en punto estaba sentada en el asiento 32 de la fila 5 del teatro, esperando ser sorprendida... Y vaya si lo he sido...
He asistido a dos horas y media de arte flamenco que no se podía aguantá.
La primera hora y veinte ha estado en el escenario Gerardo Núñez, guitarrista flamenco que me ha dejado con la boca abierta, acompañado de Jesús Méndez, cantaor; a la segunda guitarra, Manuel Valencia; al contrabajo, Pablo Martín, y en la percusión (cajón), Cepillo. Junto con una bailaora llamada Cármen Cortés, me han hecho pasar un rato inolvidable.
Pero lo que me ha llenado de gozo, sin duda, es haber podido disfrutar, en directo, de la voz de la gran Mayte Martín, con Juan Ramón Caro, a la guitarra.
Más de hora y media de buen flamenco de esta inseparable pareja de genios, que os recomiendo.
Voy a dormir a cuerpo de rey, mientras sueño con una bulería.
Va por ustedes...