No puedes hacer otra cosa que esperar...
Se pega a tí, como una lapa, sin ser llamado,
sin ser visto, como un ladrón que,
de forma sigilosa, se mete en tu cuerpo,
atravesando las capas de la piel y penetrando por todos los rincones.
El resultado es que te deja baldada por unos días.
Te regala una gastroenteritis guapa guapa, y de paso,
ataca también otras organos importantes, el aparato respiratorio y el locomotor.
Notas como te duelen partes de tu cuerpo que no sabías que podían dolerte.
No hay medicamento que lo cure.
Él decide cuando llega y cuando se va.
No puedes hacer otra cosa que esperar...
Lo llaman "Virus"