Victoria Station

Donde te encuentres... para lo que desees...

domingo, 25 de abril de 2010

Quinta de Los Molinos




Gracias a un amigo he descubierto un lugar encantador. Se trata del parque "Quinta de los Molinos".

Si uno pasea por lo que antes era la Avenida Aragón, camino de Canillejas, en pleno distrito de San Blas, se encuentra con este parque que te sorprende saliéndote al paso hacia el número quiniéntos y algo de la calle Alcalá, salvándote de morir aplastado por edificios y coches.


Uno entra por una de sus puertas y aparece un paraíso, un parque de más 25 hectáreas que antaño perteneció a la familia Cort y que en 1982 fueron cedidas al Ayuntamiento de Madrid.

Está repleto de variedades de árboles, como almendros, eucaliptos, pinos, olivos y encinas.

Un montón de lirios en flor que se apiñan por doquier, junto con la hiedra, hacen que todo el parque tenga un manto espeso y colorido que te atrapa nada más llegar.

Hay un par de molinos que todavía se conservan en uso y que impulsan el agua a los dos estanques que tiene la Quinta.

Pasear por sus sendas tranquilas llenas de color, luz y olor, te hace olvidar que estás en plena urbe, pegadita a la estación de metro Suanzes, y consigue, que durante un par de horas, te olvides de cualquier sinsabor del día.

¡Absolutamente recomendable!

viernes, 16 de abril de 2010

No tengas miedo



"... Si tienes miedo de hacerte daño, aumentas las probabilidades de que eso mismo suceda. Fijaté en los funambulistas, ¿crees que piensan en que tal vez caerán cuando caminan cuidadosamente por la cuerda? No, ellos aceptan ese riesgo y disfrutan del placer que les proporciona desafiar el peligro.

Si te pasas la vida procurando no romperte nada, te aburrirás terriblemente... ¡No conozco nada más divertido que la imprudencia! ¡Miraté! Digo "imprudencia" y se te encienden los ojos! ¡Ja, ja! Cuando a los catorce años se decide cruzar Europa para ir en busca de una muchacha es que se tiene una seria tendencia a ser imprudente, ¿verdad?

-Si, sí... pero ¿no conocerá usted algún truco para reforzar un poco mi corazón?..."


("La Mecánica del Corazón" de Mathias Malzieu)


Creo que he ido construyendo, a base de sueños e ilusiones, una concha dura que NO me aparta de la sensibilidad, o de la ternura, ni tampoco de la realidad, pero que me protege contra todo mal ajeno y, sobre todo, cumple una función..., la de mantenerme firme, sabiendo que lograré cualquier cosa que desee.


sábado, 10 de abril de 2010

Tic... Tac...


Tic, tac... tic, tac...

¿Subes o bajas, guapa? Decideté, que no tengo todo el día...

Ella mira al viejo conductor que le increpa, pero no le ve.
Solo piensa que hará y no sabe la respuesta.

El hombre se pone nervioso y sin más, cierra las puertas del autobús.

Ella se queda en plena calle, pensativa. La gente de la parada la mira como si careciese de identidad alguna, y ella sintiéndose casi desvalida camina aparentando tener un rumbo, tratando de parecer decidida a marchar hacia un lugar concreto.

lunes, 5 de abril de 2010

...ha llenado mi vida.



Lo que pudo ser un encuentro casual y sin la mayor transcendencia, se convirtió, poco a poco en algo muy importante para mi.

Desde esa noche no he dejado de soñar con él, y no sólo estando dormida. Todo lo que hago o dejo de hacer es pensando que, en algún momento, podremos hacerlo juntos.

Si leo algo que me interesa pienso, seguro que a él le gustaría que se lo contara al final del día.

Si escucho una canción que me emociona, pienso en cómo sería escucharla a su lado, y trato de imaginar su reacción al oirla y lo que produciría en nosotros.

Si veo una buena película, mi primer pensamiento es poder contárselo, para que él también pueda sentir lo mismo que yo, y así, pensar que estoy más unida a él, a sus sentimientos y emociones.

Mi último pensamiento del día, cuando dejo de leer, cierro el libro y apago la luz, es para él, y le envío ese beso que no le doy, y que quizás nunca pueda darle, y me pego a la almohada, aspirando y oliendo mi propio olor..., imaginando que él soy yo, y que esas manos que me abrazan, tocando mi espalda, son las suyas... y casi puedo sentir el calor de su respiración en mi cara y noto como se acercan sus labios a los míos y tras posarlos sobre mi, con un susurro, me dice que me ama...