A las personas que más quiero.
Uno no puede tomar decisiones por otro, ni ponerse en su piel, ni sentir cómo el otro siente, ni saber hasta donde puede ir, ni cómo ha de comportarse uno, cuando la otra persona está en un momento delicado.
Yo lo intento, de veras. Y tal vez es lo que hago mal. Intento constantemente hacer la vida más fácil a los que quiero. Intento estar ahí, en cualquier circunstancia, e intento hacer la mayoría de las cosas que he nombrado arriba, y seguro que nada de eso es buena idea.
Soy una mujer de malas ideas, porque actúo como me gustaría que actuaran conmigo, y me olvido de que los demás no son como yo, o no tienen porque serlo, así que, suelo errar, una y otra vez, y lo único que hago es perjudicar a esa persona que se supone, es a la que menos quería hacer daño.