Crónica de fin de semana, sin Granada
El caso es que tras tomar la decisión de no ir, se nos quedaba el finde vacío, al descubierto. Rapidamente me puse en marcha y busqué otras alternativas que no nos obligaran a coger el coche y hacer kilómetros y que fuesen también atractivas. El viernes nos fuimos, mi chico y yo, al cine. Sesión de última hora, la verdad es que hacía un frío de espanto. Vimos una que en principio habíamos dejado de lado, pero que me había recomendado alguien de confianza, "El truco final" del director Christopher Nolan. Es una de las dos pelis de magia que se han estrenado hace relativamente poco, la otra es "El ilusionista" que no he visto. He de decir que me gustó, quizá porque no esperaba mucho de ella y me sorprendió gratamente, por lo menos me mantuvo las dos horas pegada al asiento sin tan siquiera parpadear, lo que ya es mucho decir..., bueno, y que me gusta uno de sus protas, Christian Bale, más a un tonto un lapicero.
Luego, con una tarrina de Hagen Dags (o como quiera que se diga) nos fuimos a casa a degustar esa vainilla con nueces de macadamia que me vuelve loca.
El sábado una de limpieza de casa, plancha, etc.. (sí lo sé, un rollo, pero hay que hacerlo, aunque sea de tarde en tarde), eso por la mañana, y ... repetimos con Interparla. Esta vez fue Metamorphosis, un grupo abierto en el que pueden tocar desde cinco hasta quince personas. El otro día eran diez en el escenario, y algunos de ellos eran, a su vez componentes de otros grupos, como uno Afgano que tocaban de lujo. Metamorphosis nace en 1996 de la mano de Dimitri Psonis, con la idea de difundir la música clásica otomana y la música popular oriental. En 1997 edita su primer cd titulado "Música en el Imperio Otomano". Lo pasamos bien, sobre todo con algunos solos de tambores (vaya uste a saber si se llaman tambores, claro) aunque en el teatro hacía un frío espantoso y nos tocaron unos asientos pelín esquinaos, con lo que tres de nosotros apenas veíamos más que la mitad del escenario. Contratiempos aparte, nos gustó.
A la salida tocaba papear, claro, así que repetimos en el café del sol, un garito en el que estuvimos la última vez y que hacen buenos bocatas... y así terminó el sábado.
El domingo por la mañana acudí a una exhibición de bailes de salón que me tuvo enganchada hasta la hora de comer ¡cómo me gustaría saber bailar! Y por la tarde tocó siestecita, tele, y cena de kebabs mientras veíamos a Corbacho y sus trajes presentar la gala de los Goya. Despues corte de trajes de los idem, ya que hubo pocas sorpresas en cuanto a los premios y poco más que comentar (lo siento Lamari)...
!Y eso es to eso es to eso es tooodo amigos!