Hoy es un día aciago. Ayer tuve que tomar una decisión muy importante, y lo hice. Decisión que espero sea la acertada. Había algunos indicios para mí de que las cosas no funcionaban como me gustaría, pero como siempre, las eternas dudas.
Anoche, bañada en un mar de lágrimas, conseguí dormirme a no sé muy bien que hora. Y hoy ha amanecido de nuevo ¡qué cosas! Por la noche siempre pienso que quizás no amanezca, pero lo hace, una y otra vez, así que con la luz del día, que hoy es además soleado y radiante, tengo que conseguir seguir adelante.
He actuado, creo, con una gran sinceridad, y sobre todo guiada por el sentimiento de lo que es justo... Y lo justo es a veces dañino y doloroso, pero casi estoy por asegurar que a largo plazo, esa persona a la que ahora he herido, se dará cuenta de que esto era lo mejor que podía hacer, lo único.
He de seguir sola, o mejor, he de empezar sola a eliminar esos fantasmas del pasado reciente que no me dejan sonreir... y a conciliarme conmigo misma, a curarme de una herida que no ha cerrado y a la que he puesto un vendaje del mismo color de mi piel, para que pase desapercibida a los demás... pero ya es tann grande, que no puedo mantenerla abierta por más tiempo. Hoy es miércoles, día 22 de noviembre. Dentro de 6 días cumplo años y necesito tener ganas de seguir cumpliendo. Tengo que intentarlo una vez más.